17 de julio de 2009

El sitio arqueológico de Amapa

Este se encuentra localizado a unos cinco kilómetros al norte
del Río Grande de Santiago y a 19 kilómetros de la costa del Pacífico, en la delta que forman los ríos Santiago y San Pedro. El último separa esta región, de Marismas Nacionales. El área de Amapa había sido explorada superficialmente desde 1956, por arqueólogos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), pero fue hasta 1959, cuando Clement W. Meighan dirigió la más extensa exploración arqueológica que ha sido llevada a cabo, en la costa occidental de México. Como resultado, se publicó en 1976, el libro «The Archaeology of Amapa, Nayarit»; a continuación se presenta un resumen de este trabajo, en el que señalamos los aspectos que puedan tener relación con la arqueología de Durango.
En el momento del contacto español, Amapa pudo haber sido una de las ciudades de
Tecomatlán o Cillán, mencionadas en el lienzo de Tlaxcala , conquistadas por Nuño de Guzmán, las que, de acuerdo a los relatos, estaban densamente pobladas en ese tiempo, aunque su época de máximo esplendor había pasado desde muchos años antes.
El área explorada mide 870 por 700 metros y corresponde al grupo central de montículos y plazas, muy abundantes en los alrededores del sitio. Fueron excavadas con bulldozer y trabajo manual, siete grupos de construcciones, cementerios y un juego de pelota.
Como resultado de estas exploraciones, se pudo establecer una secuencia cronológica en Amapa. Hubo tres ocupaciones del sitio: una temprana, en la que se definieron dos fases cronológicas denominadas Gavilán y Amapa; una intermedia con sólo la fase Tuxpan y una
tardía que fue dividida en tres fases; la más antigua, Cerritos, después la Ixcuintla y la más
reciente la Santiago. Esta cronología se basó en tres dataciones de radiocarbono, varios análisis de hidratación de obsidiana y en la presencia de cerámica marcadora como la plomeada (plumbate), del centro de México. Grosscup estableció otra secuencia cerámica del sitio, basado en la similaridad estilística, entre las piezas decoradas, con las de otros sitios arqueológicos.
La secuencia encontrada por la técnica de hidratación de la obsidiana, difirió considerablemente del análisis de Grosscup, que parece ser la que más se correlaciona con los hallazgos de otros sitios del occidente; de acuerdo a éste, las fechas de ocupación de Amapa fueron las siguientes:
Gavilán, del 250 al 500 d. C.
Amapa, del 500 al 750 d. C.
Tuxpan, del 750 al 900 d. C.
Cerritos, del 900 al 1100 d. C.
Ixcuintla, del 1100 al 1350 d. C.
Santiago, del 1350 al 1550 d. C.
En las fases Gavilán y Amapa, no se encontraron evidencias de arquitectura de importancia; a partir de la fase Cerritos, son abundantes las construcciones, sobre todo en forma de montículos artificiales de tierra, que era la estructura básica que servía para la hechura de templos y casas. Se exploró un patio para juego de pelota que es el único excavado en la costa occidental; se trata de una estructura limitada por muros verticales, con una forma de I latina o de doble T.
Los hallazgos de cultura material más importantes, que se reportaron son los siguientes:
pequeñas ofrendas funerarias, provenientes del cementerio, que consistían en conjuntos de
diversos artefactos con fines utilitarios, formados principalmente por lascas de calcedonia y
obsidiana, perforadores, fragmentos de concha y hueso, objetos de cobre y abrasivos de arena.
Estos conjuntos tenían la materia prima y los instrumentos para elaborar objetos de ornato. Las
ofrendas se encontraron asociadas a cerámica de la fase Ixcuintla, lo que hace suponer que era
una costumbre tardía.
Fueron recolectadas figurillas humanas de barro de varios tipos, algunas hechas en
molde, del tipo Mazapa, similares a las reportadas en Cojumatlán, Michoacán y Tizapán el Alto, Jalisco. Algunas tenían forma de perros, aves, armadillos, reptiles y tortugas; aproximadamente 700 objetos de barro incluían: orejeras, discos, silbatos, malacates, pipas, fragmentos de máscara, sellos, placas, cilindros, pendientes de diversos tipos y tepalcates reutilizados.
De los 164 malacates encontrados, casi la mitad fueron de piedra y el resto de barro;
fueron clasificados en base a su forma en: tipo 1, globulares; tipo 2, bicónicos; el tipo 3,
especímenes que tienen tres o cuatro pequeñas patas; y el tipo 4, donde se incluyen los no
clasificables. Los tipos 1 y 2 fueron los más frecuentes, algunos decorados con pintura, grabados y grabados rellenos con pintura. Cronológicamente aparecen desde la fase Amapa hasta la Ixcuintla. Sólo se encontraron cuatro pipas fragmentadas, que no son clasificables.

Cerámica

Como en la mayor parte de los sitios tardíos de Mesoamérica, la cerámica fue el material
más abundante y el de mayor importancia para establecer la cronología del lugar. Se colectaron
154.000 tepalcates, de los cuales se conservaron para su estudio 200, que tenían rasgos de
manufact ura como patas o asas y 68.000 con decoración, los que fueron clasificados en 53
tipos específicos. Se recuperaron cerca de 700 vasos completos o casi completos. El análisis de
las vasijas la llevó a cabo la arqueóloga Bet y Bell, quien revisó 660 recipientes, el 77% decorado y el 23% eran monocromo. De la cerámica decorada, la tercera parte era de un sólo tipo, Ixcuintla Polícromo. En la colección hay 128 vasos más, que no fueron incluidos en el estudio tipológico por estar muy estropeados. La mayor parte de las piezas completas se encontraron en los dos cementerios excavados.
Como ha sido mencionado antes, el estudio de la cerámica permitió establecer una
secuencia de cuatro y posiblemente seis periodos de ocupación del lugar. La fase más temprana, Gavilán, tiene dos tipos principales de recipientes decorados; Gavilán Polícroma y Gavilán Roja sobre Naranja. La fase Gavilán, probablemente va del 250 al 500 d. C.; vasos parecidos han sido reportados en la fase Tierra del Padre, de Chametla, Sinaloa y quizá en las fases tempranas de Ixtlán del Río, Nayarit . La s iguiente es la Amapa, con la cerámica: Amapa Blanca, Amapa Polícroma, Amapa Roja sobre Crema y Guamúchil Polícroma. Esta fase se puede correlacionar con la Baluarte, de Chametla y con la Ayala de Durango, que de acuerdo a Kelley correspondería al 450-700 d. C. Los autores sitúan esta fase en el 500-750 d. C.
La fase Tuxpan es p os t erior a la Amapa y se caracteriza por la Tuxpan Rojo sobre
Naranja, que es muy parecida a la Lolandis de Borde Rojo que Kelley y Winters consideran
característica de la fase Lolandis en Chametla, que ellos fechan entre el 750 al 950 d. C. En
Amapa la fase Tuxpan va del 750 al 900 d. C.
La fase Cerritos tiene los tipos: Botadero Inciso, Cerritos Polícromo, Mangos Grabado
y lago Polícromo. Está muy relacionada con los periodos Acaponeta de Chametla y Culiacán.
Kelley y Winters correlacionan la fase Acaponeta, con el final de las Joyas y la primera mitad
de la río Tunal, en Durango. La Acaponeta va del 900 al 1100 d. C. Los autores consideran que
Cerritos en Amapa, va del 900 al 1100 d. C.
La siguiente fase es la Ixcuintla, que se caracteriza por los tipos Ixcuintla Polícromo e
Ixcuintla Blanco sobre Naranja. Esta ocupación va del 1100 al 1350 d. C. En este periodo se nota una decadencia en la elaboración de la cerámica, ya que se usaron menos colores y los diseños fueron más simples pudiendo estar en relación con Ixtlán del Río, Nayarit, donde empezó a surgir un nuevo tipo cerámico blanco sobre rojo.
El último periodo es llamado Santiago; se caracteriza por la Santiago Blanco sobre Rojo,
que es idéntica a los tipos tardíos, como el Ixtlán Blanco sobre Rojo y el Santiago Rojo sobre
Naranja, con fechas que van desde el 1350, hasta muy probablemente el momento del contacto
español.Puede concluirse que la fase Cerritos fue de expansión cultural, correspondiente al
Complejo Aztatlán, a la que siguió una amplia gama de complejos locales posteriores en los que se encontraban rasgos comunes y otros propios de la localidad, de tal manera que dos lugares aunque muy cerca uno del otro, no son semejantes entre sí. Algo parecido sucedió en los sitios Az t atlán de Durango. En las fases posteriores apareció la cerámica blanco sobre rojo, que se difundió ampliamente por el norte, con diseños geométricos y motivos
astrales; decoración con espículas blancas de los tipos Ixtlán y Santiago Blanco sobre Rojo,
decoración que es parecida a la Nayar y El Molino de los sitios de Durango.

Artefactos de metal

Se hallaron un total de 205 objetos de metal, la mayor parte como ofrendas funerarias y
otros como objetos de uso cotidiano. Se utilizó para su análisis la clasificación tipológica de
Pendergast. Muchos de ellos estaban hechos a base de alambre de cobre, predominaron los
cascabeles, las agujas y los alfileres; se encontró también un anzuelo, un brazalete, tres anillos,
una placa de cobre y un cuchillo.
Se ha considerado que la metalurgia fue introducida tardíamente a mesoamérica y
posiblemente entró por el occidente de México, proveniente de Perú o Ecuador en el 800 a 900
d. C. En la fase Cerritos, se encontraron 45 objetos de cobre, 28 en la Ixcuintla y 14 en
la Santiago; la mayor parte de estos objetos estuvieron en relación a ofrendas funerarias. Tres cascabeles tienen la figura de Tláloc y uno de ellos es de forma piriforme con bandas de alambre en su parte superior.
Se recuperaron 1862 conchas marinas, la mayor parte de ellas no trabajadas, restos de
diecisiete brazaletes, pendientes y colguijes de concha, todos provenientes de estratos posteriores a la fase Cerritos, por lo que se consideró que su uso constituyó una costumbre tardía. No se encontraron metates completos, sólo 55 fragmentos pequeños y 26 manos de
metate, material insuficiente para establecer conclusiones. Tampoco había morteros, únicamente trituradores pequeños de lava y basalto. Fueron muy abundantes las piedras de diferentes tipos, usadas como raspadores o pulidores, con una superficie finamente pulida, aisladas o formando parte de conjuntos de herramient as como ofrendas funerarias. La mayoría de estos objetos provenían de sitios posteriores a la fase Cerritos, principalmente de la fase Ixcuintla.
Los objetos de piedra incluyen 9 hachas ranuradas en tres de sus cuatro caras, un martillo
y una hachuela grande. Las hachas ranuradas como las aquí descritas, son características de la
cult ura Hohokama, después de la fase Santa Cruz, cerca de 900 d. C. Se han reportado en
Culiacán, Guasave, Chametla, Sinaloa, Autlán Jalisco y en estratos posteriores a la fase Cerritos, por lo que parece ser un rasgo tardío. Un fragmento de paleta de piedra rectangular, con 2 patas en un extremo, mide unos 20 cm. de largo por 3 de alto; esta pieza es parecida a especimenes Hohokama.
Se encontraron p ulidores de cerámica, un vaso de ónix y uno de alabastro, una gran
variedad de ornamentos, pendientes, malacates de piedra pulida, discos, esferas, discoidales,
lascas, raspadores, raederas, perforadores y navajas de calcedonia y obsidiana.
Las puntas de proyectil fueron clasificadas en cuatro tipos; los dos primeros incluyen
puntas mal trabajadas, con poco retoque y con una base rudimentaria. Los tipos 3 y 4 están
constituidos por puntas finamente terminadas de diversos tamaños, predomina un tipo de punta
triangular, de base recta o ligeramente cóncava, con dos escotaduras cerca de la base, semejantes a puntas de sitios de Durango. Este tipo estuvo en relación con la fase Cerritos.
En toda la excavación sólo se hallaron 4 esqueletos, analizados por George W. Gill, del
laboratorio de la Universidad de Wyoming, quien obtuvo las siguientes conclusiones: los restos
óseos de Amapa tienen características semejantes a las culturas del postclásico de Marismas
Nacionales y Barra de Navidad, Jalisco. Se obtuvo un diente con mutilación del tipo C-4
extrema; sólo dos cráneos pudieron ser completamente estudiados; ambos tenían deformación
intencional del tipo tabular erecta; uno de ellos de forma bilobal, semejante a
especímenes de Tecualilla, Marismas Nacionales y también muy frecuente en Guasave, Sinaloa.
En resumen, los restos óseos de Amapa tienen las características de los del post clás ico de
occidente de México.

2 comentarios:

Unknown dijo...

hola, me gusto mucho este blog y quisiera saber si usted me podria facilitar el libro "the archeology fo amapa, nay" o algunas imagenes que contnga ese libro. gracias.

El Señor del Costal dijo...

Hola Olivia, el artículo fué extraido de una publicacion de la red...no poseo informacion de el libro mencionado.